viernes, 29 de mayo de 2009

Será porque fuimos los únicos en no subir al palco de la Sociedad Rural

El candidato a diputado nacional por el Frente Social y Popular Humanista y Comunista acusó al “pejotismo”, la UCR y el PS de bregar en caso de que lleguen al Congreso por intereses sectoriales.

Lo que no se puede es ocultar la verdad acerca de compromisos particulares al momento de realizar declaraciones. No se escucha otra cosa hoy en los discursos de campaña (sin distinción de partidos) que no sea la defensa a ultranza de los intereses del sector empresarial ligado al agro.
Será por que fuimos los únicos en no subir al palco de la Sociedad Rural que no asumimos consignas pragmáticas cuando decidimos mantener una postura coherente con nuestra identidad política primera.
Se reconoce difícil tal tarea cuando, en momentos como los de ahora, todo vale para sentarse en el Congreso Nacional.
Lo real es que el pejotismo recuerda todo el tiempo que su voto tiene una única dirección, que apunta a la defensa sectorial de intereses; que curiosamente también toman la UCR - corporativa, el PS - y otro, y otros. Está absolutamente claro para representar a quienes se van a sentar en la banca, por que ya lo hicieron en los ‘90. Como queda claro también que los trabajadores y un gran número de entrerrianos no tan favorecidos quedarán sin voz ni representación.
Porque lo que está en discusión y nadie dice es quién paga el precio de la crisis económico – financiera internacional. La defensa a ultranza de los intereses de los que más tienen ya nos da una idea de quienes son los beneficiados, los de siempre como sabemos.
Todo esto es cubierto por un velo llamado progresismo que no nos permite ver la verdad de las intenciones y que oculta en última instancia una ideología de derecha neoliberal al momento de la decisión, por que no es casualidad el parecido de propuestas y ya nadie sabe que vota , de última son todos “progres”.
Pero lo que verdaderamente está en crisis es la democracia en su esencia; aquella tensión que lleva inscripta en su interior entre igualdad y libertad, de la cual este último principio resulta el más descuidado y violentado por las políticas del mercado llevadas adelante a través de las corporaciones económicas.
Lo que deberíamos preguntarnos es qué legisladores necesitamos para afrontar la crisis internacional que ya lleva 50 millones de desocupados en todo el mundo. Lo que está en juego son dos modelos de país, los del ajuste a los más vulnerables y a los asalariados o el de la equidad social. De eso se trata.

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